Sus obras de arte van desde trenes minuciosamente tallados hasta un diminuto rey perfectamente formado, encaramado en su trono, pasando por una réplica de ‘El pensador’ de Rodin o ‘La creación de Adán’ de Miguel Ángel, aunque está abierto a cualquier tipo de encargo por parte de sus clientes, a pesar de que alguna vez ha tenido que rechazar alguna petición por ser técnicamente imposible. Cada obra lleva un número de serie y dependiendo de la escultura a tallar elige un tipo de lápiz específico, redondo o cuadrado o con la mina más gruesa o más fina.