La Casa de la Milanesa

 

 

Cautiva Magazine estuvo por Buenos Aires y con ganas de conocer un emprendimiento gastronómico con alguna especial particularidad nos llegamos a Av.  Rivadavia 3439, allí desde el año 2003 funciona este simpático y a la vez conmovedor lugar, que te recibe con una cordialidad destacada desde el momento en que ingresas al local, la magia de su entorno te envuelve en recuerdos de todos los tiempos, mientras esperas que te tomen el pedido o esperas que llegue tu comida el tiempo transcurre rápidamente ya que la enorme cantidad de afiches y adornos de décadas nuestras y de nuestros padres inundan las paredes del local haciendo tu estadía mucho más amena.

Pero primero como llegamos al lugar: para aquellos que conocen la city porteña, el local esta ubicado justo en la estación Loria sobre Avenida Rivadavia, nosotros desde el interior seguro que primero nos orientamos desde el obelisco, allí tomamos el subte B hasta la estación Pueyrredón, combinamos con la línea H hasta estación miserere y allí subimos a la línea A y llegamos a la estación Loria, subimos a la avenida y nos encontramos con “Don Ignacio”

Ya adentro del local fuimos cordialmente atendidos por Norberto Ignacio Mesa, dueño del local, quien nos sumergió en la historia del local, que es también una historia de vida y de dos generaciones de argentinos Laburantes, como muchas historias de trabajadores argentinos que día a día le ponen el hombro al país y la pelean para llevar el pan a su mesa; también en este teatro gastronómico aparece en escena la simpática Eliana, quien haciendo gala de las de su rol en esta historia nos enseña las 34 variedades de milanesas y el resto de la carta, que incluye una gran variedad de oportunidades para regresar de este viaje por el tiempo, totalmente satisfecho, por la comida la atención y la experiencia.

Don Ignacio nace en los años 80 con una parrillada en Almagro, luego de varios años de trabajo y cuando la renovación del contrato se les hace imposible, deciden junto a su padre dejar la gastronomía y separar los caminos laborales, cada uno toma rumbos distinto y comienza otra vida, pero la crisis del 2002, los deja sin trabajo ya que son despedidos, y este muy  mal rato los entusiasma para volver a la cocina profesional, esta vez ya en este nuevo local, totalmente nuevo pero avejentado, tal vez para encerrar los recuerdos y momentos memorables de ambas generaciones, convirtiéndolo en un mágico y místico bodegón de la ciudad de Buenos Aires con una carga energética digna de ser vibrada.

Cada uno pedirá la milanesa que mas le guste o alguna otra de sus exquisitas variedades de comida, nosotros pedimos que el éxito los acompañe y poder regresar en otro viaje y disfrutar nuevamente la experiencia de almorzar en Don Ignacio.

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Andy Benavides Comunicación | CoverNews por AF themes.