La lección que Steve Jobs regaló a su mujer y que aplica en su papel de empresaria
Laurene Powell ha explicado cómo le inspira el que fuera su marido para los diferentes proyectos que tiene con Emerson Collective
Laurene Powell conoció a Steve Jobs cuando tenía 25 años y estudiaba en la escuela de Postgrado de Negocios de la Universidad Stanford. Compartieron matrimonio hasta que el cofundador y presidente ejecutivo de Apple falleció en 1991 a causa de un cáncer. En sus veinte años de matrimonio confiesa que tuvieron “una conexión muy hermosa y rica” que le ayudó a crecer y aprender. No en vano, parte de su fortuna (valorada en 25.000 millones de dólares) se la debe a él y a una de las profundas lecciones a las que nos acostumbró.
Confiesa al New York Times que heredó su riqueza de su marido “a quien no le importaba la acumulación del dinero. Estoy haciendo esto en honor a su trabajo y dedico mi vida a distribuirlo de manera efectiva para que ayude a crecer a las personas y a las comunidades de manera sostenible”.
Para ello, Laurene Powell se vale de las innumerables formas en las que Steve Jobs influyó en ella: “Una de las cosas más profundas que aprendí de él fue que no tenemos que aceptar el mundo en el que nacemos como algo fijo e impermeable. Cuando te acercas a las cosas, sólo son átomos como nosotros que se mueven todo el tiempo. A través de la energía, de la fuerza de voluntad, de la intención y del enfoque podemos cambiar el mundo”. O lo que es lo mismo: las personas tienen el potencial de lograr cambios en sus comunidades y en el mundo.
La mujer del cofundador de Apple asegura que las numerosas iniciativas de Emerson Collective son una forma de vivir ese legado y los explica con un ejemplo. En 2015 lanzó College Track, un programa que, según detalló al Washington Post, ayuda a los universitarios a obtener sus licenciaturas: “La universidad es su salida, una puerta a algo más grande de lo que ven a su alrededor”.
Fuente: Tu otro diario
