Mafalda, la niña ficticia de frases legendarias que se convirtió en un icono universal

Las tiras cómicas se publicaron en 1964 y se han traducido a quince idiomas

El origen de Mafalda no fue muy halagüeño. Creada para una campaña publicitaria frustrada por el dibujante argentino Quino, fallecido este miércoles a los 88 años, todo hacía indicar que este peculiar personaje no vería nunca la luz. No solo no fue así, sino que se acabó convirtiendo en todo un icono de varias generaciones de niños (y mayores) que esperaban, ávidos de nuevas aventuras, las tiras cómicas de esta pequeña filósofa y sus amigos.

La primera historieta de ‘Mafalda’ se publicó el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana de la capital argentina. Traducida al menos a quince idiomas, su éxito radica en que su creador, Quino, logró reflejar el mundo de los adultos a través de los ojos de los niños.

Historias cotidianas de la vida en familia con hijos, del juego, de la escuela… hazañas con las que cualquier otro pequeño se podría sentir identificado, pero que contenían un mensaje profundo que describía verdades universales, planteadas, eso sí, de la manera más sencilla y, sobre todo, tierna.

Por supuesto, siempre dentro del humor, como la popular tira cómica en la que la protagonista decía aquello de “¡Paren el mundo, que me quiero bajar!”. En el mismo estilo, en otra ocasión dice esta otra frase: “No es que no haya bondad, lo que pasa es que está de incógnito”.

Sus mensajes trascienden no solo el espacio, con realidades comunes en la mayoría de países, sino también el tiempo, puesto que muchas de sus ideas siguen hoy igual de vigentes. La pequeña gran Mafalda se preocupaba por la desigualdad en el mundo y solía dedicar lindezas a cada nuevo año, puesto que no veía mejorar la sociedad, como la vez que le preguntan cómo sería el año siguiente y ella responde “valiente porque, como anda la cosa, animarse a venir…”

La brecha de género fue otro de los temas en los que Quino puso su interés a través de su personaje más universal, que en una ocasión le espeta a su madre “mamá, ¿qué te gustaría ser si vivieras?”. Hacía referencia al sacrificio, casi exclusivo de las mujeres en Argentina, de postergar su carrera profesional y otros intereses por el cuidado de la familia.

También había espacio para reflexionar acerca del paso del tiempo y de lo complicado que puede llegar a ser enfrentarse a la madurez: “La vida no debería despojarlo a uno de la niñez sin antes darle un buen puesto en la juventud”. No podía evitar, con una visión un tanto pesimista, cuestionarse por la muerte que hoy, a los 88 años, le ha llegado a este gran creador: “Y al final, ¿cómo es la cosa? ¿Uno lleva la vida por delante o la vida se lleva por delante a uno?”

Fuente: Tu otro diario

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Andy Benavides Comunicación | CoverNews por AF themes.