Más salario igual menos divorcios, según un estudio

¿Cómo influye la economía en las decisiones de pareja que tomamos? ¿Qué papel juega cunado decidimos casarnos o divorciarnos? En este artículo, vamos a intentar responder a estas y otras interesantes preguntas.

Uno de los factores que más incidencia tiene en la separación de las parejas, en especial de las más jóvenes y pobres, es el nivel de ingresos. Al parecer, uno de los efectos del aumento del salario es que hay menos divorciosotro es que las personas tardamos más en casarnos.

Así lo estableció un estudio reciente llevado a cabo en los Estados Unidos. Aunque los resultados solo aplican para ese país, no tiene nada de raro que estudios similares en otras partes del mundo arrojen conclusiones similares. Es posible que para que haya menos divorcios se comience por repensar el tema de los ingresos.

Desde hace tiempo se ha establecido que la pobreza es un estresor considerable. Los bajos ingresos reducen la calidad de vida y la satisfacción personal. Es apenas comprensible que esto termine afectando a las parejas y que, por contrapartida, resolviendo esta situación, al menos en parte haya menos divorcios.

El que sabe ser pobre lo sabe todo”.

-Jules Michelet-

Los bajos ingresos salariales influyen en las relaciones de pareja.

Más salario, menos divorcios: el estudio

La investigación a la que hacemos alusión fue dirigida por B. R. Karney. Se llevó a cabo en 2022 y fue publicada en el Journal of Marriage and Family. Para llevar a cabo el estudio se partió de la Encuesta de Población Actual y de la Encuesta de la Comunidad Estadounidense. La primera contiene los datos de 60 000 hogares, mientras que la segunda de 300 000.

En ambos casos se hizo una revisión de los datos comprendidos entre 2004 y 2015. El análisis se enfocó en personas que estaban entre los 18 y los 25 años. Esta franja de población corresponde a quienes, por lo general, ganan un salario mínimo mensual.

Lo que se hizo en este caso fue cruzar los datos de cambios en los ingresos, con los índices de matrimonio y de separación entre las parejas que aparecían en ambas encuestas. Con base a esto, se sacó como conclusión general que, a más salario, menos divorcios, y viceversa.

Los resultados

Los datos revisados evidenciaron que cada vez que hubo un aumento en el salario mínimo, la tasa de divorcios descendió. Dichos aumentos no hicieron que las personas trabajaran menos horas y, en cambio, tuvieron un efecto positivo en la estabilidad de las parejas con menores ingresos.

El estudio encontró que el impacto de un mejor salario no solo se sintió en el hecho de que hubiese menos divorcios, sino que también estaba asociado a una disminución de los matrimonios entre las personas más jóvenes. En otras palabras, parece que un aumento en los ingresos hace que nos pensemos más la decisión de contraer matrimonio.

En concreto, los investigadores pudieron establecer que un aumento de tan solo un dólar por hora trabajada llevaba a que hubiera entre un 7 a 15 % menos divorcios, en un lapso de uno a dos años. Al mismo tiempo, los matrimonios parecían reducirse entre un 3 y un 6 %.

Las cifras indican que el impacto de los ingresos en las tasas de divorcio no son nada despreciables. Esto, por supuesto, no significa que en todos los casos dicho aumento implique estabilización de la pareja de forma automática. Sin embargo, es claro que sí tiene una incidencia en casos específicos.

Un aumento de salario parece influir de manera positiva en la estabilidad de la relación de pareja.

Otro enfoque

El director de la investigación B. R. Karney lleva 30 años estudiando los conflictos de pareja entre las personas con menores ingresos. Su hipótesis inicial era que el factor más influyente en las separaciones era la dificultad de tramitar los conflictos de una manera adecuada. Estaba convencido de que con educación y un entrenamiento básico se lograría eliminar ese factor, disminuyendo con ello la tasa de divorcios.

Sin embargo, la investigación de 2022 también reveló que las parejas de bajos ingresos comenzaron a comunicarse mejor sin la intervención de ningún programa educativo o de algún profesional de la salud mental, con tan solo recibir mejores salarios. Al parecer, el hecho de reducir la preocupación por la situación económica era suficiente para que las parejas desarrollaran patrones más adaptativos de comunicación.

Todo indica que esa reducción del estrés, sumada a una actitud de mayor esperanza hacia el futuro, también aumenta la estima de las parejas. Esto fortalece su estabilidad y hace que haya menos divorcios en muchas de ellas. B. R. Karney señaló que en el futuro deben hacerse más estudios para llegar al fondo de este fenómeno.

Fuente: La mente es maravillosa

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