¿Por qué es importante el aislamiento social y cuánto tiempo debemos cuidarnos?
Al día de hoy la cantidad de afectados por el Convid-19 ha ascendido a 492.000 infecciones identificadas y a eso debemos sumarle los casos de personas asintomáticas o presintomáticas, entonces ¿cómo debemos actuar los próximas semanas y meses?
Las medidas de distancia social llevarán un tiempo durante el cuál, la pandemia se acelerará más allá de capacidad del sistema de salud o se reducirá a niveles en los que se lo pueda contener, es por eso que nuestro gobierno ha tomado la decisión de la cuarentena obligatoria.
La gente necesita comprender que con estas medidas de distanciamiento social la tasa de infección se podría reducir hasta en un 95% y no adaptarse a las medidas podría resultar catastrófico. Este aislamiento debería ser entre cuatro o seis semanas y tres meses, pero incluso una respuesta perfecta no terminaría con esta pandemia ya que en cuanto exista el virus también existe la posibilidad de que un viajero infectado vuelva a encender la chispa en los países que ya apagaron sus incendios, tal cómo ha sucedido en China o Singapur, en dónde ya parecían tener el virus bajo control.
Es probable entonces que el nuevo Coronavirus sea parte perdurable en la sociedad, si el distanciamiento social funciona, la pandemia puede llegar a disminuir y la vida volverá a su apariencia de normalidad, aunque también volverá el virus. Esto no quiere decir que la sociedad vivirá en aislamiento continuo pero si debemos estar preparados para hacer múltiples periodos de distanciamiento social.
Además de todo, luego de la pandemia deberemos enfrentar otro gran inconveniente, que son los problemas económicos, el shock que está sufriendo la economía mundial es severo, las personas con bajos ingresos serán los más afectados, sin mencionar los problemas de salud mental que causará el aislamiento a personas que sufren de algún trastorno o ansiedad. Sin duda alguna, las pandemias son catalizadores del cambio social.
En cuanto a trabajadores, empresas, instituciones deberán adoptar o solicitar prácticas como el trabajo desde casa, conferencias telefónicas y flexibilidad en licencias por enfermedad o cuidado de los niños. Estos cambios en sí podrían proteger al mundo de la próxima enfermedad inevitable.